“Solxs y de noche” de Luna Sudaca, reúne una nueva serie de trabajos que exploran la pintura clásica con trazos dinámicos y atmosféricos, combinando la historia y tradición de la pintura argentina con una visión futurista, creando paisajes urbanos oníricos que evocan confusión y sueños iridiscentes. Acompañada con texto de Joaquín Boz, la exposición se podrá visitar en la planta baja de Munar, que funcionará como pop-up de la galería TOMAS REDRADO ART, e inaugurará el próximo sábado 17 de agosto, desde las 12hs hasta el 15 de septiembre.

Traigo la semilla. Solxs y de noche marca en el camino de Luna Sudaca (1996, La Matanza, Provincia de Buenos Aires) su primera exhibición individual. No es casual que las nuevas pinturas cuelguen en las paredes y se apoyen en la sala que posee Munar (espacio que alberga talleres de artistas, donde se realizan proyectos, muestras y distintas actividades/activaciones).

Funciona como lugar de producción, como laboratorio de pruebas y experimentación, y allí dentro, este espacio actúa como lugar de contención, es un cascarón que da cobijo al trabajo de Luna. Este proyecto que trae consigo a sus espaldas se desenvuelve a través de distintos tiempos: los tiempos escénicos, lugares-situaciones, estados y movimientos. Carga con esa destreza del dibujo, de una figuración que en estos días aparece y se hace presente con fuerza. La retuerce, cocina un caldo grueso y en estado crudo, deforma con alegría y juventud; es libre. Tiene sentido todo esto. Todo lo están queriendo volver para atrás y estas pinturas son la sonrisa al mundo que debería venir.

Del dibujo clásico, algo mueve y pareciera que con una vara larga esgrafía telas sintéticas, baratas, translúcidas, encontradas en el 11. Dibuja veloz y marca el espacio con fragor, la linealidad de los trazos empieza a ser absorbida por capacidades acuosas, que aplicadas con pinceladas más secas y violentas unifican escenas.

Tropical mecánico (soporte donde pinta) da a las pinturas anchor, longitud, hace crecer en medida, es todo un éxito cuando la economía para soñar a lo grande es una fantasía. Las partes del día aparecen, siempre, atardeceres naranjas quemados, amarillas del amanecer o negros de tarde, sembrando noche, de cuando estamos saliendo hacia algún lugar o de cuando estamos en trance en algún punto de la ciudad llegando, donde el tiempo es toda una virtud a la hora de poder reconocerlo, y esos puntos que parecieran nítidos, suceden en los márgenes. Es como un mareo, o una confusión. Es volver durante la noche queriendo que nada se acabe.

Ese negro grisáceo opaco tiñe la situación, parecen pizarras abandonadas donde los cuerpos agotados desnudos se esparcen, emiten pulsos y luces, fluorescentes, contornos iridiscentes se derraman, se desbordan y alucinan. Parecen sueños. Podría pasar de todo ahí dentro.

Entablilla la fractura de la representación con lo representado, une las partes con una madera encontrada y las venda anudándolas con oficio y escasez. Supo encontrar elementos que se comunican, o tal vez, se susurran. Luna se apropia de los recursos, mira para atrás y ve la historia y la tradición de la pintura argentina. La reconoce y vuelve a mirar hacia el frente, hacia el futuro, la desdobla y la parte.

Agosto, 2024. Joaquín Boz